Vivimos en una sociedad trastornada. Tiramos las cosas cuando todavía podrían ser útiles. Las tiramos a la basura sin pensar. Para tranquilizar a nuestra conciencia, y obtener el perdón de la naturaleza, tiramos esta «todavía no basura» en contenedores para que sea reciclada. Como si fuera el Padre Nuestro que hay que rezar para absolver nuestros pecados. El problema es que este absurdo hábito, ya ha traspasado los límites de lo material y ha llegado a las personas. Parece que cuando ya no encuentras trabajo, la sociedad ya no te quiere ni te necesita. ¡Eso no es así!
Nos estamos convirtiendo en objetos, pero no unos objetos cualquiera, sino en unos objetos de usar y tirar. Si ya no nos quieren para los puestos de trabajo para los que nos hemos preparado, o aquellos en los que tenemos una experiencia valiosa, tendremos que pensar en reciclarnos. Eso es algo que hemos de hacer nosotros mismos. Para las personas no existen la «Plantas de Reciclaje» como las que «reciclan» las botellas de plástico, y las convierten en otras botellas de plástico, aunque de peor calidad y de un valor inferior (downcycling).
Hace unos meses Risto Mejide escribió un artículo titulado «No busques trabajo», algunas frases decían:
“no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad… Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas
Pues ha llegado el momento, ahora toca reciclarnos y reutilizarnos. Estudiar y buscar entre nuestras habilidades, esa rareza, eso en lo que somos buenos, y una vez encontrado, sacarlo a flote.
En CoworkingValencia hemos estado estudiando cómo aplicar nuestra faceta de «recicladores de objetos» y aplicarla en otros ámbitos de nuestra vida. Vivimos en un bucle absurdo, nosotros mismos somos los primeros que consumimos botellas de plástico, garrafas de agua, cápsulas de café y otras muchas lindezas que deberíamos no comprar, debería ser cuestión de principios. Pero como no es así, hemos decidido hacer quedadas creativas entorno a objetos que deberíamos tirar a los contenedores para ser reciclados, y hacer «upcycling» con ellos, es decir, conseguir que se conviertan en objetos mejorados y más valiosos. Haciendo esto deberíamos reflexionar sobre nuestra propia situación. Si somos capaces de hacer esto con los objetos, ¿cómo no vamos a superarnos con las personas?
Estamos particularmente orgullosos del resultado de nuestras nuevas lámparas colgadas de las vigas. Uno de nuestroscoworkers, Juan de Sumumclay, utiliza estos botes de metal, una vez acabado el producto, el bote ya no sirve para nada. Bueno, eso es lo que piensa la gente. Nosotros hemos utilizado los botes para hacer nuestras lámparas.
Nos reuniremos para pensar qué podemos hacer con algunos de estos objetos. La primera será tomando un café, con un montón de cápsulas en el centro de la mesa, pensaremos en nuevos usos y nuevas oportunidades. En lugar de tirar y perder valor, mejoraremos y haremos objetos más creativos y valiosos.Si somos capaces de hacerlo con los objetos, ¿Cómo no vamos a hacer algo mejor todavía con las personas?
Con las cápsulas de café hemos realizado pendientes, collares lámparas, relojes y estamos pensando en hacer más y más cosas. Serán bienvenidas personas que quieran aportar ideas, pasar un rato con amigos y disfrutar del momento.
Estos son algunos de los nuevos objetos que ya hemos creado con las cápsulas de café Dolce Gusto (y con los filtros que hay en el interior). Si piensas venir, deberás traer ideas frescas!
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