Dejé de ser una asalariada y pasé a ser una parada más. Finalmente tomé la decisión de crear mi propio puesto de trabajo montando una empresa.  Hoy hace un año que pasé por la Ventanilla Única, en menos de media hora, me convirtieron (o me convertí) en una “trabajadora por cuenta propia”. Me pregunto si hice bien…

Este es uno de esos momentos en los que paras, miras a tu alrededor  y  haces cuentas.
 
Cuando me propuse iniciar esta locura, era complicado saber cómo funcionaría eso de montar mi propia empresa, sin información, sin experiencia, no disponía de datos… Ahora, un año después,  todo debería ser  más fácil, pues noahora solo sé que no sé nada y que me falta muchísimo por aprender, fui una atrevida. La realidad es todavía más dura de lo que me esperaba¿Cómo me metí en esto yo sola? Hubo motivos para hacerlo, quedarme en el paro y quererreinventarme  antes de que mi energía y mis ahorros desaparecieran. ¿Cómo me ganaría el pan a partir de ese momento? Pues,  a ser posible,  con una actividad que me permitiese aprender, conocer gente, colaborar y crear con los demás. En pocas palabras, intentar sentirme bien, y ser feliz trabajando. Estoy en ello, no sé si lo conseguiré…

Me preocupa llegar a final de mes y que las cuentas cuadren,  como a cualquiera. El Plan de Empresa que realicé hace un año no tiene mucho que ver con la realidad actual. Era difícil hacer esas previsiones, sobre todo cuando los objetivos plasmados eran fundamentalmente  económicos. Repasando el documento me he dado  cuenta de las muchas cosas que no estaban previstas y han surgido sin esperarlas.

Hay una lectura muy positiva:  las lecciones aprendidas, las personas que he conocido, la experiencia adquirida, la red de profesionales que se está creando en mi entorno y que va aumentando día a día, la posibilidad de colaborar con los demás… Pero estos beneficios no se contemplan en el mundo de los negocios al uso.

Hemos consentido que nuestra sociedad se convierta en un sistema en el que hay que ganar dinero a toda costa, no importa cómo, da igual siempre que sea “legal”. Está permitido abusar de los demás, destrozar el medio ambiente, robar al prójimo, hacer cosas que nos disgustan. Lo importante es ganar mucho dinero en poco tiempo,  trabajando lo mínimo y sin comprometerse con nadie.  Lo  asumimos y lo permitimos. Como me dijo un becodiano*de pro: “eso es prostituirse”. La tentación es grande, es el camino más fácil. Salir de ese círculo requiere un gran esfuerzo, espero conseguirlo.
 *Becodiano: de  @BeCodeMyFriend
Tengo la sensación de ir contracorriente, mis objetivos son diferentes. No son fácilmente mesurables y,  para colmo, son  a medio-largo plazo. Crearme un puesto de trabajo “a medida”, ¿estoy loca? Muchos me miran con los ojos desorbitados, piensan que no sé de qué va todo esto.Tienen razónno tengo ni idea.  “Empresarios” con mucha experiencia me aconsejan que mire solo por mí y por mis propios beneficios, pero no quiero. Deseo formar parte del crecimiento de muchos proyectos, caminar de la mano de personas con buenas ideas, generar valor con los demás, colaborar. El reto es que todos los que formamos parte de la red de profesionales de CoworkingValencia salgamos beneficiados.

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NO ESTAMOS SOLOS, SOMOS MUCHOS

Rosa